En esta entrega, vamos a contar la historia de un partido olvidado en el tiempo en el que ocurrió una de esas historias que solo pasan en nuestro bendito futbol mexicano.
Es casi el verano de 1946, mediados de junio para ser más precisos, el día 18 en las oficinas de la Liga Mayor de futbol, como cada martes, los delegados de los equipos se reúnen para hacer oficiales los pormenores de la última jornada disputada el fin de semana inmediato anterior.
Esa tarde es especial, pues en la sesión del día, los Tiburones Rojos del Veracruz son declarados oficialmente campeones de la temporada 1945-46 luego de haber vencido al monarca del año anterior, el Real Club España por 3 goles contra 2 en el mismísimo Parque Asturias de la capital.
Posteriormente, el Tribunal de Penas (lo que hoy en día conocemos como "Comisión Disciplinaria" informa de los jugadores y equipos que deberán cubrir multas o suspensiones luego de haber dado lectura a las cédulas arbitrales de cada juego así como otros asuntos de menor importancia.
Esa tarde, sin embargo, otra nota llama la atención, además claro está, del reconocimiento oficial del título del Veracruz.
El equipo A.D.O. (Asociación Deportiva Orizabeña) recibe después de más de dos horas de deliberaciones, un severo castigo por no haberse presentado a jugar su partido ante el San Sebastián de León el anterior lunes 10 de junio en el recién inaugurado Parque San Sebastián de la ciudad cuerera. Al equipo de los llamados "Monaguillos" le son descontados dos puntos de la tabla general de posiciones, adicional a que pierden en la mesa por 1-0 por la incomparecencia y por si fuera poco debe pagar al equipo leonés por los gastos de operación devengados.
Ahora bien, revisando el calendario de la temporada este partido estaba originalmente programado para jugarse en Orizaba, incluso el 7 de octubre anterior, jugando en León, A.D.O. y San Sebastián habían empatado sin anotaciones, así que si ya habían jugado en León durante la primera vuelta del campeonato, salta la duda de saber como fue que el partido de la segunda vuelta también se programó en el Bajío.
Antes de revelar el motivo del cambio de sede, daremos un breve repaso a lo que fue la temporada 1945/46, un año en el que se consiguieron varios récords, algunos todavía vigentes y que es prácticamente imposible que se logren superar.
La temporada 1945/46, goles, goles y más goles
Si algo caracterizó a la campaña 45/46 fueron los goles, en total se anotaron 1,182 para un promedio de 4.92 goles por partido, para tener una idea, actualmente el promedio de goles por juego oscila entre los 2.50 y 2.75, así que de entrada acudir a los estadios en aquellos tiempos era sinónimo de ver caer goles por racimos. Hay que tomar en cuenta por supuesto que en aquellos tiempos los equipos se preocupaban por anotar más goles que el rival y no al contrario.
El Atlante que terminó siendo el subcampeón, impuso una marca de 121 goles anotados en la temporada, de los cuales 78 fueron marcados por solo 3 jugadores: José Rafael "Fello" Meza (32), Horacio Casarín (26) y Mateo Nicolau (20).
El campeón Veracruz también cerro la temporada con cifras de tres dígitos: 105 goles para ser precisos, de los cuales 85 fueron marcados por los botines de solo 4 futbolistas: Raymundo González (28), Jorge Enrico (26), José Valdivia (16) y el "Pirata" Luis de la Fuente (15).
Individualmente también se impusieron dos marcas que permanecen vigentes, a saber: La de más goles marcados por un jugador en un partido con siete. Esto sucedió el 19 de mayo de 1946, cuando el vasco Isidro Lángara anotó 7 de los 9 goles con los que su equipo el España aplastó al Marte sobre la grama del Parque Asturias por 9-0.
Apenas unos meses antes, el 26 de agosto de 1945, el Moctezuma de Orizaba derrotó 6-0 al Monterrey, en aquel encuentro Martín Cuburu delantero orizabeño del cuadro cervecero anotó los 6 goles de su equipo, imponiendo la marca de más goles anotados por un jugador mexicano en un solo partido.
Por si fuera poco, también en esa temporada se registró el marcador más abultado de la historia de nuestro futbol (hablando solo de juegos de primer nivel), el 26 de mayo de 1946, Veracruz aplastó al casi desahuciado Monterrey con un estrepitoso marcador de 14-0.
Una epidemia de poliomielitis en Orizaba
A finales de mayo de 1946 las diarios informaron que en la ciudad de Orizaba se estaban propagando los casos de parálisis infantil en la ciudad, por lo que las autoridades sanitarias instaron a cancelar o posponer los eventos que convocaran a grandes multitudes, esto por supuesto incluía el futbol.
De acuerdo al calendario, el domingo 2 de junio estaba programado el juego entre el Moctezuma y el América y una semana después el A.D.O. recibía la visita del San Sebastián.
La liga ordenó la suspensión del juego del Moctezuma y como ya solo quedaban dos jornadas para la finalización de la temporada, promovió la gestión del cambio de sede del juego entre "Monaguillos" y "Santos" para que el mismo se jugara en León, habiendo aceptado ambas partes celebrar el juego el lunes 10 de junio, mientras tanto, el juego entre "Cerverceros" y "Cremas" seguía en el limbo.
Apenas unos días antes de la celebración de la penúltima jornada (jueves 6 de junio), las autoridades ordenaron levantar el cerco sanitario en Orizaba, por lo que inmediatamente los dirigentes del Moctezuma solicitaron y consiguieron que se autorizara celebrar el partido ante el América en su campo el domingo 9 de junio.
Esta decisión no cayó nada bien en la dirigencia del A.D.O. ya que consideraban que ellos llevaban mano para poder celebrar su partido como locales, así que el sábado 8 de junio enviaron un telegrama a las oficinas de la liga solicitando posponer su juego y celebrarlo en el jueves de Corpus (20 de junio), aduciendo problemas de índole administrativa que les impedirían viajar a León.
Pero ya era demasiado tarde, la liga negó la solicitud, de hecho en León ni se enteraron de la intención de posponer el partido sino hasta el mismo lunes 10.
Mientras tanto en Orizaba, el Moctezuma caía vencido 1-0 ante el América con gol de Octavio Vial, un resultado intrascendente y que al menos impedía que el conjunto crema terminara al fondo de la tabla.
Y el A.D.O. además de la derrota en el escritorio, la multa y la pérdida de dos puntos, pasó a la historia como el primer equipo "local" que perdió un juego por default como visitante.
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