Esta competencia que se mantuvo prácticamente desconocida por décadas, fue desempolvada en años recientes por algunos historiadores que afirman que se trató de un torneo de Copa oficial, del mismo rango que la Copa México.
¿Se puede considerar a este torneo de carácter oficial?
¿Qué nos dice la historia al respecto?
En el año 1963 los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol, encabezados por Guillermo Cañedo decidieron organizar un torneo con formato de copa al que decidieron bautizar con el nombre del presidente de México, Adolfo López Mateos, en pocas palabras, organizado con la intención de querer quedar bien con la figura del ejecutivo de turno. Este torneo originalmente fue creado para jugarse de manera anual, como una especie de Copa de la Liga.
Fue un torneo "express" el cual se definió en apenas 3 semanas, comprendidas entre el 17 de febrero y el 10 de marzo de ese año, casi inmediatamente después de la celebración de los Torneos Pentagonales Internacionales que de forma tradicional se llevaban a cabo en los años 50 y 60 del siglo pasado.
Participaron los 14 conjuntos que por aquel entonces conformaban la Primera División en formato de eliminación directa a un solo enfrentamiento, en caso de empate al finalizar el tiempo reglamentario se jugaban dos tiempos extras de 15 minutos c/u y en caso de persistir la igualada se procedía a la ejecución de disparos desde el punto de penal.
El torneo se desarrolló únicamente en dos sedes, el Estadio Jalisco de Guadalajara y el Estadio de la Ciudad Universitaria en la capital de la república, dejando con clara ventaja a los equipos que jugaban en estas ciudades, que, hay que mencionarlo, en aquella época eran más de la mitad de los integrantes de la liga (8 de 14).
Para la inauguración una comisión de directivos invitó al presidente, quien declinó (*)
Como era de esperarse, a la final llegaron un equipo tapatío y uno capitalino, por el lado jalisciense el finalista fue el Club Oro, que despachó al Toluca en la primera ronda (3-1) posteriormente al Morelia (5-1) y por último al León en la semifinal (4-0).
Del lado capitalino el equipo que llegó a la disputa por el trofeo, fue el América, los Cremas dejaron en el camino al Tampico (3-0), Irapuato (4-1) y al Atlante (5-1).
El domingo 10 de marzo en la Cancha de Ciudad Universitaria el América comandado de forma interina por José Moncebáez, derrotó por 4 goles a 1 al Oro, con una destacada actuación de Moacyr quien anotó tres goles.
La joven promesa del América, Armando "Pichicuas" Garrido se proclamó líder de goleo con 7 goles, seguido por el brasileño Amaury Epaminondas del Oro con 6 tantos.
Así reseñó el "Novedades" la conquista americanista (+)
Ahora bien, ¿realmente se puede considerar una competencia oficial?
Realizando una investigación a detalle se puede decir que existen algunos elementos para considerarse como oficial; sin embargo, suponiendo (sin conceder que así sea), esta competencia solo podría ser considerada únicamente como un torneo "extraordinario" similar al Torneo de Nuevos Valores de 1978 o a la Copa F.M.F. de 1983.
Realizando una investigación a detalle se puede decir que existen algunos elementos para considerarse como oficial; sin embargo, suponiendo (sin conceder que así sea), esta competencia solo podría ser considerada únicamente como un torneo "extraordinario" similar al Torneo de Nuevos Valores de 1978 o a la Copa F.M.F. de 1983.
Guillermo Cañedo haciendo entrega del trofeo al capitán Pedro Nájera
¿Qué elementos existen para poder considerarlo oficial?
1. Participaron los 14 equipos que en aquel entonces integraban la primera división.
2. Fue un torneo organizado por la FMF.
3. Guillermo Cañedo, a la sazón presidente de la FMF, hizo entrega del trofeo al capitán del América.
La portada del "Esto" del 11 de marzo de 1963
¿Por qué podría considerarse solamente como un torneo "extra"?
1. Inmediatamente después se disputó la tradicional Copa México instaurada en 1933; un torneo con una única edición jamás puede ser considerado del mismo rango que uno con uno que se disputa anualmente.
2. Si bien participaron los 14 equipos de la primera división, solo se jugó en dos sedes, el Estadio de Ciudad Universitaria y el Estadio Jalisco, favoreciendo claramente a los equipos tapatíos y de la capital. Incluso dos de ellos (Atlas y Atlante) estuvieron exentos de jugar la primera fase.
3. Es importante aclarar que los organizadores no le dieron al torneo el título de "Copa", esto se puede observar tanto en las notas del periódico "Esto" como en las imágenes de los boletos presentados en este texto. Esto quiere decir que la intención era marcar diferencia con el torneo oficial de Copa, lo que confirma el carácter de extraordinario del Torneo ALM.
4. Sí se hubiera tratado de un torneo del mismo valor de la Copa México, América debió entonces haber tenido derecho de jugar el partido por el Campeón de Campeones, situación que no se dio, ese año el Campeón de Campeones enfrentó al Oro (campeón de liga) vs. Guadalajara (campeón de la Copa México).
Revista "Balón" de febrero de 1964 detallando el sistema de competencia de la "I Copa Presidencial" 1963-64 (#)
Conclusión
Analizando los hechos, se puede concluir que, si bien este torneo tiene elementos como para considerarse oficial, falta el más importante de todos, el reconocimiento formal por parte de la propia FMF o de la actual Liga MX, contrario a los torneos extraordinarios México 70, Prode 85 y México 86 los cuales sí son plenamente reconocidos por la FMF, este torneo jamás ha aparecido en las listas de campeones de copa por su carácter de extraordinario, por lo que, mientras no exista manifestación alguna al respecto, sólo se puede considerar de carácter "oficial" con las reservas del caso y siempre como un torneo extra.
Agradecimientos:
(*) Foto cortesía Joel González.
(+) Foto cortesía Martín Toscano.
(=) Foto cortesía colección Diego Contreras.
(#) Foto cortesía Oscar Guevara.
Agradecimiento especial a Arturo Guerra Muñoz por la edición y corrección.
(=) Foto cortesía colección Diego Contreras.
(#) Foto cortesía Oscar Guevara.
Agradecimiento especial a Arturo Guerra Muñoz por la edición y corrección.